Y para Navidad: una pistola
¿Cómo puede ser eso…? Cf. Lc 1, 34. Y para Navidad: una pistola Por Gustavo Cano -Es usted un hombre violento señor. -No doñita, para nada. Yo soy un hombre de paz. -¿De paz? Si anda usted armado hasta los dientes. -Lo que pasa es que si alguien me molesta le deseo con este juguete: paz, paz, paz. Una pequeña familia de cortadores de café se disponían a llegar a casa luego de una agotadora y fructífera quincena, en la que cada uno de los miembros: papá, mamá e hija habían llenado más canastas de las que esperaban. El incentivo de la Navidad ya próxima, hizo buena la faena, pues cada uno tenía en su corazón la ilusión de adquirir con el fruto de su esfuerzo una posesión que les hiciera estar un poco más cerca de la dicha de ver sonreír al ser amado. Papá quería sobre todo poner en la mesa los tamales de la noche buena, un juguete para el nene, una falda lo suficientemente larga para la quinceañera y una cadenita de esas de fantasía para la señora. La mamá quería compr...