SI TE ACEPTO

“Solo cuando existe el deber de amar, solo entonces el amor está garantizado…”  Kierkegaar.

SI TE ACEPTO

Por Gustavo Cano.

Dicen que sobre el amor y la muerte ya todo está escrito, sin embargo déjenme contarles mi historia particular: una tarde de octubre del 2003, luego de una ligera lluvia vespertina, el olor a tierra mojada despertó en mi, la lombriz del amor, así que encaminé mis pasos a la casa de la que para entonces era el proyecto para mi amada. Escampar y dar la zancada fue todo uno. Llegué, toque la puerta con confianza, rápidamente la abrió la suegra que no me hizo muy buenos ojos (no todo es perfecto),  pregunte por mi musa y luego de una corta espera, que para mí fue eterna, salió la colochita motivo de mis rimas, tan fresca y rozagante que quedé cautivo. Saliendo a marchas forzadas del trance producto del encuentro, me atreví a decir: Seño Yeni, la invito a ver la caída del sol sobre el martirizado suelo por la lluvia. Ante semejante bucólica proposición, toda resistencia se vio vencida y pronto caminábamos juntos para presenciar tan cotidiano evento. Llegamos al punto y sin darle oportunidad a que sacara sus pinceles para inmortalizar aquel momento, di un golpe de mano, me puse buzo y le robé un beso. Ocho años, seis meses y doce días después de estar en remojo, (remojo que no bastó, porque he salido, oh decepción, exactamente igual, según me juzgue en el espejo al salir de casa) hoy nos hemos dado mutuamente el sí y hemos unido nuestras vidas mediante el sacramento del matrimonio.  Sacramento al que les he pedido, lo atestigüen y es justo que ante tal acontecimiento de algunos agradecimientos.

En primer lugar a Dios, por haber escogido para mi esposa a Yeni Noelia. Algunos amigos, le han dicho refiriéndose al elegante novio, que se lleva un tesoro. Y en honor a la verdad, le han dicho bien. Sin embargo yo que le conozco a ella mejor que nadie, se que el tesoro me lo llevo yo. Al ver a la novia caminando magnificente rumbo al altar, donde le espero; a acudido a mi mente el Salmo 116; muy utilizado en funerales, tal vez porque algunos casados dicen que casarse y morirse es casi lo mismo; particularmente el versículo que dice: ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Y más adelante el mismo Salmo nos da la respuesta: Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Hoy, nosotros, los nuevos esposos, nos hemos inaugurado prometiéndonos fidelidad, respeto y amor. Y amor, como nos lo sentenció el Padre Selvin Alva en su homilía, en la medida de Cristo, el que dio todo, hasta la vida, por amor a nosotros. Por eso mis estimados y estimadas, queremos suplicarles que junto a su felicitación,  a su atestiguamiento u obsequio, adjunten su oración al buen Señor que está atento a la voz suplicante de sus hijos amados, para que podamos cumplir con creces nuestras promesas matrimoniales.

Traigo un rosario que es de mi madre, por el que oramos por el descanso de mi abuelita María Elvia, que me enseñó muchas cosas, entre otras: que los hombres no cocinan, y como Yeni tampoco, pues habrá que improvisar. Es posible, entonces, aunque poco probable, que pasemos esta noche de bodas rezando. Traigo también una corbata que heredé de mi padre, a quien le debo casi todo lo que soy y que me decía: mijo es importante que se case antes de que reciba a la novia con bordón y sin pelo. El bordón se los debo… el pelo también! Agradezco especialmente a mi Madre que me acompaña, y que siempre insistía: que se case el nene, que se case el nene… bueno madre le dí gusto, hoy si se caso el nene. También a mi ahora suegra y su tío por su paciencia y amor por mi amada. Y a ustedes, por el cariño que nos han prodigado en medio de nuestra historia de amor que hoy 28 de abril del 2012 pasa a otro nivel. ¡Que vivan los novios!