Levántate
¡Levántate, brilla, Huehuetenango,
que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
P. Maco parafraseando a Isaías 60, 1
P. Maco parafraseando a Isaías 60, 1
¿Hacia dónde va la Parroquia?
Por Gustavo Cano*
Al finalizar el año lectivo 2013,
me dispuse a ir a traer a los jóvenes de esta parroquia que se forman en la
etapa de la Filosofía, en el Seminario Mayor de la Asunción. Revisé mi viejo
picop y realice el viaje redondo. Al llegar a por estos alegres muchachos, que
me esperaban ansiosos; pues hacía ya varios meses que no estaban con sus
familias; note; además de la natural alegría de saberse a escasas horas de
estar entre los suyos; una gran cantidad de cosas que a largo del año habían
colectado: libros, zapatos, ropa de vestir, ropa de cama, guitarras y sabe Dios
que más cosas, acomodadas entre cajas y mantas que de alguna milagrosa forma
cupieron en la palangana, haciendo un menudo bultito. Lo atamos todo y tapamos
malamente con un precario nylon y más raudos que una saeta, emprendimos el
viaje de vuelta a casa.
Nos llovió durante todo el camino
y navegamos casi a ciegas entre una espesa neblina, por lo que el viaje se prolongó
en el tiempo más de lo esperado. Afortunadamente, al menos uno de mis
acompañantes, traía plática de sobra, por lo que la elongación del trayecto le
vino perfecta. Y en la curva más cerrada me preguntó… entonces ¿Hacia dónde va
la parroquia?
Finalmente, luego de varias horas
de camino (para mí de ida y venida), peregrinos que somos vislumbramos en
lontananza nuestra ciudad santa y recordamos que volver a casa, siempre será la
sensación que asemeje de forma más parecida, a descansar felizmente en las
manos del Señor y proclamar el Salmo 84 ¡Qué
amable es tu morada Señor del Universo!...
Pasados unos 800 metros de la
bifurcación entre las carreteras CA01W y RN09N, fuimos cayendo en la cuenta,
que nuestra morada, nuestro Huehuetenango, no es tan amable. Unos hermanos
policías municipales de tránsito, nos hicieron la parada y nos explicaron que
había que pagar un tributo para poder ingresar a la ciudad. Les explique que
venía de Xela de ir a traer unos estudiantes, que no era un viaje de alquiler o
colectivo y que no entendía la naturaleza del cobro. Amablemente el de los
recibos nos explico que todos los vehículos cargados debían de pagar la citada
alcabala (por llamarla de algún modo). Yo, evidentemente molesto les dije que
no paga nada, por ser este un cobro a todas luces ilegal y dado que mi carga
eran las pertenencias de mis amigos y no un flete comercial, pues menos. Tal
vez mi rostro poco amigable y la cita de leyes, les hizo dejarme pasar. Sin
embargo vi y sigo viendo como todos (particularmente el transporte de carga y
colectivo) pasan pagando este arbitrio cuando existen precedentes legales que
fijan jurisprudencia determinando que estos cobros riñen con la ley.
Y este es solo un ejemplo de los
muchos desmanes que por acción u omisión seguimos permitiendo que autoridad
responsable nos infrinja, sea esta de carácter local, departamental o nacional.
¿Hacia dónde irá la parroquia?
Pues hacia donde los parroquianos queramos empujarla. Ahí está el despeñadero o
las verdes praderas en las que habitaré por largos, largos años. Usted y yo
decidimos.
*Presidente Consejo Parroquial.
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