Tiempo de Agua

“…cuando volvió la lluvia /a tocar tristemente /la ventana…” Neruda.

TIEMPO DE AGUA
Por Gustavo Cano

Una fuerte lluvia que se prolongó a lo largo de la tarde del jueves veintidós de junio, provocó más de un inconveniente en muchos hogares de la parroquia. El agua, como decían los abuelos, busca su camino y la fuerza de gravedad irremediablemente la arrastra a puntos con un nivel más bajo, inundando en el proceso bastas áreas a nivel y no le importa pasar por entre las camas, las mesas, los roperos; arrastrando con ella las ropas, zapatos, papeles, el gato si no se anduvo pilas, el perro si se quedó dormido y a los dueños si dan un mal paso. 

Una vecina de este municipio, vendedora ambulante de frutas de la temporada, camino a su casa en la zona siete, dio un mal paso en el endeble puente sobre una quebrada; seca en verano y con un arroyuelo en invierno; que esa tarde/noche llevaba un considerable caudal veloz y que unos metros adelante desemboca en otro arrollo de mayores dimensiones. El agua tan ansiada, luego de varias temporadas de sequía; que corría rauda por su cauce, se convirtió  en una trampa mortal, que efectivamente segó la vida de esta mujer que se caracterizaba por luchar de manera constante para sobrevivir en un país que da pocas oportunidades de desarrollo.

Los desastres naturales, como bien apuntan estudios realizados por el Banco Mundial, cada vez son más frecuentes y más dañinos. Esto debido al aumento de población, a los asentamientos humanos en zonas vulnerables, el crecimiento de las ciudades sobre planicies susceptibles a inundaciones, normas de construcción deficientes y el innegable cambio climático (que parece que solo el insolidario Mr. Trompudo piensa que es un invento) que ha provocado que por ejemplo la intensidad de los hidrometeoros (neblina, lluvia, granizo, heladas, ventiscas) sean más escasos (como en la anterior temporada de sequía) o sean más abundantes (como parece que será este tiempo de agua). La conjunción de todos estos aspectos hace que la vulnerabilidad de nuestros pueblos, cada día sea más alta a estas calamidades provocadas por las condiciones climáticas. Esta institución apunta también que los más golpeados por estos fenómenos, son los países pobres y en los países pobres, los más pobres!  Los desastres hidrometereológicos son los responsables a nivel mundial del 74% de las pérdidas materiales, el 78% de las situaciones catastróficas y del 61% de las muertes. 

Los peligros naturales, nos han acompañado toda la vida, pero a diferencia del pasado, estos serán más intensos y más frecuentes; pero estos peligros no necesariamente deben convertirse en desastres. Las muertes y los daños son el resultado acumulativo de las decisiones de las personas, por lo tanto, el riesgo puede ser mitigado. ¿De qué manera? El Banco Mundial recomienda: Identificar y reducir los riesgos, prepararse para enfrentar el escenario menos deseado y en caso dado reconstruir tomando en cuenta la resilencia: que es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarse e inclusive ser transformados por ellas. Y como cristianos, pues haciendo todo lo que esté a nuestro alcance, no solo para la persona individual y su familia, sino para sus vecinos y comunidad. 

Porque el agua se puede llevar todo, menos la caridad.


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