A trabajar


“En el vientre de María el Verbo se hizo hombre, y en el taller de José el Verbo se hizo clase…” Pedro Casaldáliga.

A TRABAJAR

Por Gustavo Cano

Madrugó mucho ese día, habría una feria del empleo,  quería llegar a buena hora a sabiendas que como ella serían muchas las que solicitarían una plaza esa mañana.

La víspera revisó que su papelería estuviera completa, le preocupaba que los antecedentes penales y policíacos estuvieran cerca de la fecha de vencimiento, pero las colas al principio de año son enormes para solicitarlos, así que se arriesgó a entregarlos tal cual. Además no sabía si su Hoja de Vida llenaba las formalidades deseadas, pero no había mucho que incluir. Era joven, sin experiencia, mamá soltera y sin haber concluido el nivel medio. Lo único en lo que sobresalía era en el requisito “buena presencia”, sin lugar a dudas se haría notar.

Aterida esperaba el bus en su respectiva parada, pero no había forma que la camioneta pasara. Solo pasaban los viandantes como espectros. La calle lucía más bien desolada, había una huelga de maestros, así que los escolares aún dormían. – ¿Por qué pasan tan tarde? Le preguntó al ayudante -¡Cállese señorita, traíamos una llanta pinchada! Llegó re tarde. Le tocó hacer cola afuera del local, en la calle. Comenzó el plantón a inmediaciones de la esquina.

Ya cerca de la puerta de la localidad donde se realizaba la “feria”, a unos minutos del medio día, un joven amablemente les salió a informar que ya no realizarían más entrevistas, que solo recibirían los Curricula restantes y de ser necesario les llamarían.

Medio decepcionada y sin fe ya en el proceso, entregó el folder con los papeles y se marchó a su casa, pero pasó antes al laboratorio a recoger su resultado de la prueba de embarazo en sangre. Sin duda ese dichoso día estaba de suerte: Positivo…

Resonaban en su interior las palabras del joven: “si de acá al viernes no les hemos llamado, será en una próxima oportunidad”. Mientras tanto en la radio alguien citaba el 101 constitucional: “El trabajo es un derecho de la persona y una obligación social.”

El lunes, bajo el amparo de las sombras de la noche que aún se cernían sobre el pueblo, sin decirle nada a nadie, tomó a su pequeña hija en brazos, se santiguó, le rodaron gruesas lágrimas por la tersa y rozagante piel de su rostro, y emprendió el viaje al norte con una única ilusión: ¡Trabajar!


Día del trabajo, 2018.

Comentarios

Entradas populares de este blog

HOJA DE VIDA GUSTAVO CANO

María Elvia

20S