Ví al Resucitado

¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?  Lucas 24,5


¡VÍ AL RESUCITADO¡


Por Gustavo Cano


El Domingo de Pascua me levanté temprano y me dispuse a barrer la calle frente a la casa que estaba alfombrada por todo tipo de basuras, principalmente empaques de pizza de dos reconocidas casas multinacionales que venden este producto, si bien es cierto, que los consumidores son altamente responsables de esta triste circunstancia, no es menos cierto que los productores también pecan por el excesivo empaque y la autoridad municipal por no proveer recipientes para colocar los desechos. 


Absorto en estas cavilaciones comenzabaa barrer, cuando escuche una  voz que provenía desde mi retaguardia, le reconocí inmediatamente, era la de un amigo, octogenario ya, que vende a inmediaciones de La Plaza, recién integrado a la pléyade de vendedores ambulantes, callejeros, merolicos u otro apelativo, pero que yo prefiero llamar emprendedores.


El martes santo, este abuelito, recibió un empujón que le propinó un picop que circulaba por esta atestada avenida, creo que corrió con suerte, ya que un par de centímetros más de aproximación; dadas las condiciones de apretazón; es menos que nada, le hubieran causado, si no la muerte, severas heridas. Pero la cosa no pasó de un rozón que le dejó renqueando de la pierna derecha aún este domingo.


Don Belarmino (llamémosle así) decidió dedicarse a vender un producto de consumo diario masivo porque su nuera, con la que vive, le dijo: acá el que no trabaja no come. De su hijo; el papá de los nietos a los que adora; ya no se tuvo noticia desde hace ya casi dos años, mucho menos de las famosas remesas. Así que aunque no cree que la nuera le niegue la comida (yo tengo mis dudas), siente responsabilidad ajena por su nietecitos a los que además de cariño, ahora les pone un pan en la mesa. 


-Don Belar, buenos días, que hace tan temprano y tan lejos de su punto de venta? –Cállese patojo, con esto de las fiestas pues el mercado se queda muerto y como uno tiene la mala costumbre de comer todos los días, pues ya entenderá que ande como judío errante, porque si la montaña no viene a Mahoma pues don Mahoma va a la montaña, a menos que quiera morir de hambre! –Usted si es de los duros don BelarY como siguió de la pierna? –La cerda!Tengo como diez años de no tener cochitos! –Jeje, no don Belar! La pierna!!jeje Ah! Bien dicen que un sordo todo lo compone, bueno menos el magullón que me dio ese burro! Pero ya mejor… -Bueno don Belarmino, déjeme hoy dos! –Gracias patojo, con eso aligera mi carga. La carga física y la emocional, pienso para mis adentros. -Felices Pascuas don Belar, que el Resucitado le ayude. –Dios le bendiga patojo, no olvide que el colocho aprieta, pero no ahorca, nos vemos mañana!


¿Cómo no hemos podido adoptar la cultura de no ensuciar las calles; por ejemplo de Comitán; pero si nos hemos globalizado con la indiferencia?



Pologua, Lunes del Ángel, 2015.

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