LIMA OLIVA
"Tal vez
Somoza sea un vástago de hetera, pero es nuestro vástago de hetera."
Franklind D. Roosevelt
Lima Oliva
Por Gustavo Cano
Veo un numeroso grupo de
hombres perfectamente uniformados con playeras blancas, quienes en un amplio patio a cielo abierto se han
formado en varios pelotones, alineados al milímetro, pienso inicialmente en un
piquete castrense o bien en una escuela militar o militarizada, cantan a todo
pulmón el himno nacional y hacen honores a la bandera que preside el acto. A
los pies del enarbolado blasón nacional dirige el acto cívico un espigado,
barbudo y mediático presidiario, porque no es una escuela (bueno escuela del
crimen eso sí), el video ha sido grabado en la granja modelo de rehabilitación
Pavón.
Mucha tinta ha hecho correr el infausto fallecimiento del
famoso Capitán Byron Miguel Lima Oliva, el que dirigía el acto cívico en el
referido penal. Y no es para menos, ya que en el último cuarto de siglo, el
ahora finado, había estado muy cerca de las más altas esferas del poder.
Inclusive (incluso más) en buena parte de sus años en cautiverio.
Un tipo atlético, sumamente inteligente, carismático, disciplinado,
obsesionado (o al menos esa imagen vendió) con la lucha anti subversiva - anti
comunista. Entrenado en inteligencia y contra inteligencia, fue un elemento muy
valorado por la llamada cadena de mando; según muchos que fueron testigos;
mientras estuvo activo en las filas del ejército nacional. Entramado del que se
valió, años más tarde, este encarcelado para poner a sus carceleros. Porque así
fue: irónicamente el Capi; como dicen que le llamaban; puso como director de
presidios a un su allegado y hasta 36 de 65 propuestos en diferentes puestos de
este corrompido sistema carcelario.
Este privado de libertad, que purgaba la ejecución material de un crimen
horrendo y que llegó a construir un imperio del mal tras las rejas,
evidentemente tenía capacidades extraordinarias innatas y perfeccionadas en el
cuartel. Ahora bien ¿en qué punto del camino torció la senda? O ¿la senda
escogida era la torcida?
Este vástago creado y formado en el seno mismo del estado, en medio de
la institución gubernamental mejor vista por la sociedad guatemalteca, terminó
siendo un “apartado” de la sociedad y reinando en el submundo del crimen,
llevando una inusitada disciplina a la variopinta población carcelaria.
Es tiempo pues que la institución armada; amada por tirios y odiada por
troyanos; revise su escala de valores y esté a la altura de los requisitos que
la Guatemala de la paz requiere. La guerra fría que trajo a estas tierras
doscientos mil muertos, hace tiempo que se terminó; pero el hambre y la
exclusión permanecen, por lo que es imperativo un ejército que coadyuve al
combate frontal de estos flagelos que marginan a las personas y en buena medida
son los responsables de los más de veinte mil conciudadanos hacinados en las
cárceles del país, que no solo no rehabilitan sino que terminan de corromper y
podrir.
Que esta cadena de crímenes, que tuvo como colofón el ajusticiamiento
del Capi; pueda impulsar los cambios urgentes y necesarios en estas
instituciones gubernamentales.
Comentarios
Publicar un comentario