Buenas Noticias


“… son como faros en la oscuridad de este mundo, que iluminan el camino y abren nuevos senderos de confianza y esperanza.” Papa Francisco.

BUENAS NOTICIAS

Por Gustavo Cano

Xaviercito es la luz de los ojos de sus padres, lo fue desde el momento mismo en que les notificaron que vendría pronto al alba del mundo, luego de un embarazo complicado que obligó a la feliz madre a hacer un reposo casi absoluto durante la casi totalidad del tiempo de la feliz espera, nació un vivaracho y lozano varón, gracias al sacrificio hecho por la madre. Abnegación que le pareció nada, al momento de tenerlo entre sus brazos.

En la víspera del  cumpleaños número cinco del Xavi, el pediatra oncólogo del Hospital Roosevelt, les confirmó sus peores temores; como colofón de un interminable ir y venir por distintos centros de salud y diagnóstico de la capital; les dijo: “el nene tenía un tumor en el cerebro que debe ser extirpado a la mayor brevedad posible.”

Un escalofrío que debe ser parecido a la sensación de la muerte, recorrió la humanidad de sus padres, que sintieron como materialmente la desesperanza les embargaba. El papá se atrevió a preguntar: ¿es cáncer doctor? El facultativo les explicó que eso lo sabrían con certeza, luego de extirpar el tumor y hacerle las pruebas correspondientes. Que era una condición rara, ya que esta era más común en los adultos que en los niños.

La operación dejó una tremenda cicatriz en la cabecita del niño y el informe patológico fríamente diagnosticó: maligno! Si señores, es cáncer, no logramos extraer el tumor en su totalidad, pero confiamos que la quimioterapia haga el resto.

El ausentarse con frecuencia y por mucho tiempo de su trabajo provocó que cesaran al padre de familia y la situación de la enfermedad más el desempleo deterioró la relación matrimonial. Sin embargo frente al niño siempre hicieron el esfuerzo por infundirle ánimo y esperanza. El papá incluso se afeitó la cabeza, para verse como su hijo y pudieran enfrentar juntos el vendaval.

Xaviercito no llegó a cumplir los siete años.

Pasada la tormenta del dolor espiritual que mordió los corazones de estos dos jóvenes, lograron usar la tragedia que vivieron en carne y hueso para afianzar su matrimonio y dedicar una buena porción de su tiempo a asistir y apoyar a aquellos que, como ellos, viven esta difícil prueba.

En estos tiempos que corren, donde vivimos bombardeados por todo tipo de noticias, tenemos los cristianos que aprender a ver los acontecimientos con ojos de esperanza y narrarlos con la lógica de la buena noticia. Pero de una esperanza activa que nos haga trabajar con ahínco en la huerta, sabedores que tendremos una buena cosecha.


15 de febrero Día internacional del Cáncer Infantil.

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