A propósito de la Poderosa Vulva
“Surge la idea a partir de pensar que el feminismo es una expresión
política de romper las reglas.”
Isabel Juárez. Paro Internacional de Mujeres.
Isabel Juárez. Paro Internacional de Mujeres.
A propósito de la poderosa vulva
Por Gustavo Cano
El ocho de marzo, en el marco del día internacional de la
mujer, se realizan en todo el mundo una variopinta cantidad de manifestaciones
feministas en las que se evidencia el carácter poliédrico de este movimiento,
que puede ir desde los feminismos: liberales, socialistas, marxistas,
radicales, culturales, psicológicos y hasta postmodernos. Los primeros
responderían a la búsqueda de la igualdad, los últimos a la diferenciación:
poniendo siempre como meta común la liberación de las mujeres de un sistema
patriarcal y capitalista que les ha subyugado a los hombres a través de la
historia. O sea, que las mujeres vivan mejor.
A este tenor, una exigua manifestación de unas cuantas y
otros menos cuantos, desfiló por calles de la capital, con una manta y una “piñata”
de los genitales femeninos estilizados, satirizando de manera poco afortunada
las muy famosas procesiones que por este tiempo cuaresmal se multiplican en el
suelo guatemalteco.
Manifestación que me atrevería a calificar como sexista,
antítesis de cualquiera de las expresiones del feminismo anteriormente
enumerados y de hecho absolutamente contrario a los altos ideales perseguidos
por estos colectivos, que buscan emancipar a la persona humana de cualesquier
estigmatización por sus condiciones biológicas, psicológicas, educativas o
espirituales; que conlleva en este caso ser mujer. O sea, contraproducente a su
fin último.
Sin embargo, quiero pensar, que el fin inmediato pesó más
que el último; y este (el inmediato) era pues: llamar la atención. Y se fueron
por el camino más corto, satirizar la imagen de la Virgen María, tan amada por nosotros
los católicos; y de paso las procesiones: también tan amadas por propios y
extraños; garantizaba la viralización de la ofensa y de paso acoger festivas
sus quince minutos de fama: para el colectivo y sus demandas… que se volvieron
ya ¡quince días!
A estas alturas cabe preguntarse ¿cuáles eran sus demandas?
Y ¿Quiénes son las del colectivo?
Saltando a la vista la contundente respuesta:
Saber.
Infortunadamente el Procurador de los Derechos Humanos, que
oficiosamente se unió a la culminación de la citada marcha, ha cargado con el
grueso del polvo ese día levantado. Pero ¿Quién le manda a andar manoseando tan
poderosos estamentos?
Y lo más triste es que esta actividad ha servido de excusa
perfecta para que el honorable Congrueso; atendiendo las vestiduras rasgadas
del alto clero y otros penitentes del pueblo llano; pretenda linchar en el
pleno al Ombudsman y cobrarle así la osadía de ir contra el estatus quo aquí
implantado y cual animal herido: patalea peligroso. Ahora bien ¿dónde están las
fieles cargueras de la poderosa vulva
ahora que el defensor del pueblo necesita que se le desvincule de la desdichada
parodia?
Que barata hubiera salido la grotesca marcha si la opinión
pública y los que inciden en esta, hubiesen dado el justo valor a esa actividad
espuria: simplemente ignorándola. Porque si los planes aviesos, que no son
difíciles de imaginar, se concretan: ¿Quién defenderá al pueblo?
Si a la igualdad. Pero no de cualquier manera y a cualquier
precio.
Un buen punto de vista, coincido con muchos de ellos, y por infortunada y rápida decisión que se hubiese tomado, creo que el sagrado derecho de manifestar tiene y debe ser respetado, pues de igual manera nos respetan el propio al participar en los distintos cortejos procesionales y demás expresiones de fe que por siglos hemos realizado en nuestra patria desde que fuimos colonizados o invadidos por los ilustres y no ilustres españoles. En todo caso ese punto no me parece lo suficientemente válido para acabar con el Procurador de los DDHH pues este si que es el meollo del asunto, este es el verdadero sentido, de elevar a la novena potencia la famosa parodia que vimos el pasado 8 de marzo. Aquí políticos, y las redes explotan ahora de fe y de un deseo de reinvindicar al pueblo guatemalteco afectado y golpeado por la ignominia y desfachatez que un puñado de señoras se atrevieran a realizar, claro, son mujeres, de esas que como friegan y todo lo cuestionan , pero creo que la Conferencia Episcopal ha dejado claro ya el asunto y que este hecho no sea el pretexto perfecto para acabar con aquel individuo que tuvo el suficiente valor de plantear un recurso para mantener las investigaciones y las acciones de la CICIG . Veremos que pasa este martes y nuestros ilustres y ahora sacrosantos diputados.
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